jueves, 21 de diciembre de 2017

Irse del país...?

Irse del País...? 
(Experiencia Personal)

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En una época tan difícil de nuestro país donde estudiar requiere de mucho sacrificio, graduarse es casi impagable, conseguir trabajo es solo un sueño y formar una familia es en extremo complicado; nos enfrentamos ante una realidad desesperada: "¡Hay que emigrar!"

Cuando esa frase cruza por nuestra cabeza hay que tomar una pausa y hacerse la siguiente pregunta: ¿Sabemos realmente lo que significa emigrar?

"EMIGRAR: Dejar el lugar de origen para establecerse en otro estado, pueblo o país especialmente por sus causas económicas o sociales."

Pasos a seguir para legalizar documentos antes de emigrar


 Si bien esa definición resume el término de emigrar no resume todas las implicaciones que esto conlleva, desde dejar atrás a la familia y aquellas personas cercanas con las que creciste, hasta volverte responsable de ti mismo, tu vida, tu nueva casa y de la administración del dinero que ganas. 

Para darles una idea más clara, aquí les contaré mi experiencia personal:

"Hace un año terminé la universidad, me gradué con honores y creí que las cosas serían geniales a partir de ahí; cuando te pasas cinco años en la universidad con madrugones, mucho esfuerzo y sacrificio lo mínimo que esperas es poder entrar al campo laboral lo más pronto posible, pero ese no fue mi caso, como muchos jóvenes recién graduados vi mis ilusiones rotas al enfrentarme ante la realidad profesional de mi país: NO HABÍA TRABAJO. Lo más lamentable es que las cosas estaban tan complejas que no se trataba sólo de la falta de trabajo en mi campo profesional, sino también en cualquier área, los comercios cerrando, los laboratorios desabastecidos, las instituciones privadas haciendo recorte de personal y yo deseando desesperadamente crecer, desplegar mis alas, valerme por mi misma, así que sí, como dije al inicio, esa frase pasó esquemáticamente por mi cabeza: ¡Hay que emigrar!

No me detuve a pensar bien en la decisión que estaba tomando, era consciente de que no sería fácil pero no me preocupé por ir más allá, por lo cual vendí todo lo que tenía de valor, metí junto con mis pertenencias también mis ilusiones dentro de una maleta grande y me fuí con la promesa de que todo sería mejor, eso que en otros sitios te dicen: "En otro país la vida es mejor" "Eres independiente" "El dinero te alcanza para todo" por supuesto en compañía de las fotos que tus amigos que ya están fuera publican donde todo parece ser feliz y perfecto.

Realicé el viaje más largo de mi vida completamente sola, dejé a mi familia y amigos con mucha tristeza mientras me decía que en adelante las cosas funcionarían a la perfección, pero no todo ocurrió exactamente así ni en el tiempo que yo lo esperaba... " 


 Cosas que no te dicen sobre emigrar:


1.- Desde el momento que llegas tienes que valerte por ti mismo: Si eres una persona tímida que le apenan las cosas, toca que te lo pienses dos veces más antes de tomar la decisión porque necesitas de mucha astucia e inteligencia para aprender a valerte por ti mismo. 

2.- Los primeros 3 meses son lo peor: Indiferentemente de si eres hombre o mujer, extrañas mucho a tu familia, pasas noches enteras sin poder dormir o llorando sintiendo la necesidad de tenerlos contigo y con el tiempo no se elimina del todo, solo aprendes a vivir con eso y con la esperanza de verlos pronto. 

3.- Es mentira que en el primer intento consigues trabajo: Hay mucha xenofobia en especial contra los venezolanos y en muchos trabajos exigen un permiso de trabajo, el carnet de permanencia o incluso experiencia, recuerda que sin importar el país sus habitantes siempre estarán primero. 

4.- La familia o amigos dejan de ser los mismos: Si tienes familia o amigos que te prometen asilo, apoyo económico o ayuda de cualquier tipo porque se encuentran en el mismo país al que vas, asegurate de que tipo de personas son, vi a muchos venezolanos vérselas negras porque sus familiares o amigos les dejaron solos una vez llegar a ese país y pasaron necesidad. Personalmente, se suponía que mi pareja me esperaba al final de mi camino emigratorio pero conté más con desconocidos que con él. 

5.- Las horas de trabajo son muy diferentes a las de aquí: En venezuela el horario de trabajo usualmente es de 8 horas quizás un poco más, en otro país el horario de trabajo es de 12 a 15 horas y en muchos lugares no pagan horas extras.

6.- No tienes mucho tiempo para distracciones: Cuando pasas de 12 a 15 horas trabajando desde muy temprano en la mañana hasta cierta hora de la noche lo único que deseas es llegar a casa para dormir peroooooo usualmente tienes mucha hambre porque en algunos trabajos no tienes hora de almuerzo entonces debes llegar a casa a cocinar si no quieres gastar de más y los días libres debes hacer el resto de los aseos, limpiar, lavar la ropa, hacer las compras, diligencias, todo lo que probablemente en casa de tus padres no hacías. 

7.- Gastas, gastas, gastas: Si bien la moneda extranjera vale más que los bolívares venezolanos debes recordar que también gastas en moneda extranjera, debes pagar arriendo, transporte público (que usualmente es un gasto considerable), comida semanal, cosas para el lugar donde vives (muchas veces los arriendos vienen sin mobiliario) y quieras o no muchas veces te toca comprar ropa, ya que hay lugares de trabajo donde te exigen una mejor vestimenta, todo esto sin contar que si tienes familia o responsabilidades en venezuela debes enviar dinero al país por una pequeña cuota. 

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"Una vida entera no cabe en una maleta"






Mi experiencia al emigrar fue complicada, tuve que aprender muchas cosas como la humildad, el trabajo duro y el alto costo de la independencia; maduré y me hice una mujer más centrada, responsable e incluso organizada de lo que era antes de vivir esta experiencia, me enfrenté a la pérdida de un familiar muy cercano y no pude estar ahí, conocí la cara de la indiferencia de algunos, tanto como el poco apoyo de personas en quienes confiaba y la solidaridad de otros a quienes no conocía, no fue la mejor experiencia al principio pero dejó grandes lecciones a mí. 



Si quieren que haga un post sobre consejos o tips al emigrar deja un comentario y comparte mi blog con amigos y conocidos, si quieren emigrar les deseo lo mejor del mundo, no lo olviden, piénsenlo bien y organicense para que puedan alcanzar la meta que se proponen, un besote a todos y que pasen feliz noche. 




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jueves, 13 de octubre de 2016

De Egoismo y otros males sociales...

De Egoísmo y otros males sociales...



Hola, un cordial saludo a todas las personas que visitan mi blog el día de hoy, si ya han leído otra de mis entradas gracias por leerme y si esta es la primera que leen pues bienvenidos sean y espero que coincidamos o no, respeten mi opinión. 

En esta ocasión el tema a tratar es algo que me parece da un gran giro de un "antes" y un "después" dentro de la cultura venezolana, tomando en cuenta quienes éramos y en que nos hemos convertido.

La generosidad, el compañerismo (Ser buen vecino) y el respeto por el prójimo son valores realmente importantes dentro de una comunidad o sociedad. Si no me están entendiendo, les pondré ejemplo:

Cuando yo era niña, recuerdo que los vecinos se trataban todos entre sí, el uno con el otro se tendía la mano, compartían lo que tenían; nunca faltaba la vecina que pidiera una tacita de azúcar para endulzar el café o un tomate para completar el guiso ni tampoco faltaba quien generosamente se lo daba sin más.




Recuerdo que si algo le ocurría a un vecino de la calle todos los demás lo apoyaban, como cuando el esposo de una señora tuvo un accidente y entre todos los vecinos recogieron dinero para apoyar con cualquier cosa, así no fuese necesario, era cuestión de ser compañero y buen vecino.



¿Como olvidar la semilla del respeto que nos sembraban desde niños? 

"No le contestes a tus mayores" 

"Pórtese bien en casa ajena"

 "No te traigas la muñeca de la vecina de al lado porque eso no es tuyo, usted tiene sus juguetes" 

¿Quien no recuerda esas frases típicas de nuestros padres?




Todo esto era una letanía que se repetía en todas las casas, porque había lo que dije anteriormente: Generosidad, Compañerismo (Ser buen vecino) y respeto.

Con la crisis que vive actualmente el país todo esto se ha perdido, el venezolano pasa su día a día tan preocupado por el dinero y la comida que olvida lo demás, inclusive los pequeños detalles como dar las gracias a la persona que te atendió en la tienda o decir por favor cuando necesitas algo; me pongo a pensar, si con tanta facilidad han olvidado cosas como estas que eran propias de nuestra educación y cultura ¿Que más se habrá olvidado?



Si alguien vende algo en su casa y el vecino viene a comprar y por casualidad nos da demás, ten por seguro que de diez personas solo una o dos, será capaz de devolverte el dinero extra ¿Por qué? Porque son cosas que pasan y nadie manda a que el otro fuese despistado.

Hay niños que tienen suerte de tener padres que cuentan con buenos salarios, con trabajos estables y aún pese a la crisis no pasan tanta mala racha ¿por qué decir mentiras? Estamos conscientes de que si los hay, esos niños suelen llevar meriendas sustanciosas y he llegado a escuchar que hay mamás que les dicen: "Te comes toda la merienda, nada de estar compartiendo y regalando por ahí que bastante he trabajado yo para que andes repartiendo la comida con otros"...



Cuando yo era niña mi mamá me decía: "Llevas dos panes de tu merienda, si uno de tus amiguitos no lleva nada comparte con ellos porque no se sabe si es que no tengan nada en sus casas"

Que diferencia ¿Verdad?

Apuesto a que reconocerán estas actitudes en más de una persona. 


Así como cuando el vecino de al lado vende dulces y yo también venderé dulces, porque necesito dinero y no me importa si le quito la venta a aquel, lo importante es beneficiarme yo, porque yo necesito.

¿Es esto ser egoísta?

Si, lo es. Y es no ser original, no tener ideas propias y ser mal vecino.


Jamás voy a olvidar como un niño se consiguió el dinero de un amigo de sus padres en la calle y lo llevó a su casa, le contó a sus padres como lo había conseguido y ellos le aplaudieron que se lo gastara en dulces y golosinas... ¿Es una buena educación para un niño? ¿Es esto acaso respeto por el prójimo? Decirle a tu hijo que esta bien que se traiga los colores de sus compañeros de clases ya que tu no se los puedes comprar ¿No es enseñarle a robar? Humillar a su maestra de grado porque el niño sale mal en clases ¿Es eso enseñarle a ser responsable y estudiar?




Vivimos en una Venezuela tan inmersa en la desesperación y la preocupación que muchas veces encontramos soluciones en fomentar los malos hábitos, no hagamos eso: reconozcamos que si, la situación está difícil, no se ve una luz al final del túnel todavía  pero evitemos también apagar las linternas.

Nuestros niños son esas linternas, son esa esperanza de una vida y un futuro mejor, prestemos atención a lo que les enseñamos, recordemos que ellos son como esponjas y siempre nos observan, enséñenles con el ejemplo qué son los valores; porque el hecho del terror tan grande del que somos victimas los adultos debido a esta desidia que se vive actualmente no nos da el derecho de quitarle la inocencia y la pureza a los niños, sustituyéndolo con malicia y antivalores.

Nuestra educación fue diferente, Venezuela fue hermosa una vez, un país lindo y prospero lleno de personas maravillosas donde muchos crecimos y fuimos felices, todo en la vida es un ciclo y aunque no veamos el fin de este, un día lo tendrá, está en nuestras manos enseñar a nuestros hijos lo que a nosotros nos enseñaron. No pasen por encima del que está primero en la fila, esperen su turno, muéstrenle a sus hijos, que aunque muchos van por el mal camino, otros tantos podemos ir por el bueno y construir lo que queremos con esfuerzo, perseverancia, respeto y amor.




Una vez más me despido, espero les haya gustado lo compartido el día de hoy y  que nos encontremos en otra ocasión, un abrazo enorme. Buenas noches.





lunes, 12 de septiembre de 2016

Ir al Supermercado

Ir al Supermercado

Un saludo en el día de hoy a quienes leen mi blog, en especial a aquellos que como yo son venezolanos. 

En la anterior oportunidad cuando escribí mi primera entrada o artículo, como quieran llamarlo, lo hice tratando de dar a conocer a través de mi voz la preocupación, tristeza y el mundo de desilusiones que actualmente vivimos los venezolanos, en especial los jóvenes, ya que como bien se ha dicho, somos el futuro de nuestro país, el cual se esta viendo opaco y sombrío si las cosas continúan como hasta ahora. 

Sin pensar tanto en ello, ya que si pienso mucho siento que me deprimo más, salí hoy de mi casa a cobrar un dinero y se me presentó la oportunidad de pasar por un supermercado, fue ahí donde se me ocurrió escribir sobre ello. 

Recuerdo que en mi infancia ir al supermercado era como sacarse la lotería, yo adoraba hacerlo, de echo, como a muchos niños de los 90 tomaba esa tarea como si se tratara de ir a pasear a un parque. Para el que no entienda porqué ir a un supermercado era tan gratificante es porque seguramente nunca vio lo que nosotros, esos anaqueles estaban full de comida de todo tipo. Uno de los lugares favoritos al que me gustaba ir era a San Diego, porque allí se encontraba de todo, diez (10) marcas diferentes de pasta, arroz, queso, atún, salsa de tomate... ufffff  y ojala se tratara solo de la comida, había un enorme pasillo donde solo había licor y recuerdo que mis padres por lo menos una vez al mes lo recorrían para darse un gusto, pero no se crean, no era solo distracción para los adultos, había por lo menos seis (6) pasillos repletos de juguetes de todo tipo y en fechas especiales las niñas salían con su barbie más accesorios y los niños con su deportivo a control remoto. ¡Era genial! Hasta ropa de marca había, también farmacia y panadería  ¿Así quien no amaría ir al supermercado? 

Si eso no les parece suficiente había un par de pasillos completos lleno de dulces, cinco tipos de papas fritas, seis marcas de chocolate y el precio era bajisimooooo.

Quien no esté de acuerdo los invito a revisar sus libretas bancarias de esa fecha y hacer sus cuentas y comparaciones, yo la hago desde una libreta muy vieja y pese a que me encontraba en la niñez todavía, hago mis cuentas aproximadas, por lo tanto les dejo lo siguiente: En el año 2004, antes del cambio monetario, un empleado común y corriente ganaba un sueldo aproximado de 400.000 bs mensuales, de los cuales, 100.000 bs representaba el gasto de alimentación con lo cual se podía comprar todo lo necesario y un poco más, de echo sentías que hacías un mercado de rico, en ese entonces el dinero parecía rendir más.



No voy a entrar en temas polémicos de política, pero si pienso que el cambio monetario que implicaba en mover la coma tres ceros a la izquierda afectó mucho al venezolano, con este cambio el sueldo que antes era 400.000 bs paso a ser 400 con el ajuste de llamarse "bolívar fuerte", cambio que no favoreció mucho, si me lo preguntan, creo que en lugar de adelantar en algo terminó atrasando más al país y no se, pero esos céntimos no duraron mucho en circulación cuando una inflación, como no la habíamos conocido, hizo su triunfal aparición.

Les invito a ver el enlace a continuación acerca del bolívar fuerte para quienes no lo entienden.


Regresando al tema del supermercado, como mencioné con anterioridad, una inflación que antes no conocíamos comenzó a arroparnos, pronto las cosas empezaron a aumentar a precios descabellados y el dinero se hizo sal y agua, si eso les parecía poco inició el desabastecimiento. 

¿Como ocurrió eso? No lo sé y miento si digo lo contrario, pero lo que si recuerdo es lo siguiente.

Al principio fueron la aparición de los mercales donde vendían la comida a un precio más bajo que los supermercados y poco a poco las personas prefirieron comprar en ellos, así tuvieran que hacer colas; con el tiempo lo que inició como una minoría fue en aumento y las personas empezaron a volverse habilidosos al descubrir que si se iban más temprano se aseguraban comprar lo que necesitaban y además saldrían rápido de la cola (ese más temprano, se transformó en irse desde la noche anterior para algunos ociosos que no sabían el daño que hacían, y para otros, que lo aceptaron sin decir nada al respecto). Esto duró así unos años, iniciando solo en los mercales, pero ahora está en todos lados, ya que muchos mercales dejaron de funcionar y los supermercados comenzaron de desabastecerse debido a la baja producción en comparación con la demanda.

Entonces las colas que se hicieron costumbres en los mercales, se extendieron a los supermercados y el comportamiento habilidoso de algunos se convirtió en algo de la mayoría, porque lo que inició con el fin de solo ahorrarse unos billetes terminó en sobrevivencia del más vivo, empezaron a escasear las cosas y todos necesitaban comprar.



Y cada vez escaseó más y más la comida, así mi supermercado favorito también fue victima del vandalismo y perdió su magia; ahora muchos niños de hoy no sabrán lo maravilloso que era ir de compras con papá y mamá, las cosas que podías comprar, algunos posiblemente no conocerán el sabor de ciertas cosas y tantas otras perderán también su magia. 

Actualmente un sueldo promedio en Venezuela es de unos 68.000bf con el mentado cesta ticket, sin contar que algunas empresas ofrecen menos dinero con el fin de mantener a todo su personal y evitar despidos ya que no pueden pagar más, pero la cesta básica se encuentra alrededor de los 300.000bf, es decir, el 75% de lo que ganaba un venezolano promedio antes. 

Ir a algunos supermercados que si poseen ciertos alimentos es realmente un tormento, es ver los precios y saber que si compras algo no comprarás otra cosa, con suerte el dinero puede alcanzar para que viva una sola persona comiendo de forma limitada, ¿Como harán los que mantienen a una familia de 4? Hay mucha desnutrición y esto afecta más que nada a los niños y a los adultos mayores.

¿Como hace un niño, adolescente o joven adulto para concentrarse en los estudios si no se alimenta bien? A lo mejor hay niños y adolescente que estudian en colegios que cuentan con el comedor, pero el hambre esta en todos lados y la comida en esos lugares no dura. ¿Como no? Habrá jovenes adultos que cuenten con comedor en la universidad, pero como me pasó en varias ocasiones, al llegar a la entrada del mismo la comida se acaba y más de 200 alumnos que hicimos cola durante dos horas nos quedamos sin nada que comer y no tuvimos el consuelo de que al llegar a casa encontraríamos comida, sencillamente, porque no hay.

Escribo con tristeza, escribo con melancolía hablando de mi Venezuela querida, de lo que antes era y lo que ya no es, extraño la arepita rellena de diablito en los desayunos, los panes con jamón y queso de las meriendas, las hallacas de diciembre y las tortas de los cumpleaños, ¿Será que un día volverán? Tengo fe de ello, porque muchos se van, algunos eternamente y otros temporalmente, pero quedamos muchos otros que lo único que nos queda es orar, trabajar duro y vender nuestras cositas de valor para tratar de mantener a nuestras familias y llegar a fin de mes. 

Con esto me despido y que pasen muy buenas noches.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

Somos Jóvenes

Somos Jóvenes.

Es difícil tomar la decisión de escribir sobre tu día a día cuando este se encuentra rodeado por una nube gris que parece nunca apartarse bajo ningún concepto, aún cuando lo intentas. Tal vez también se compare con un mar intranquilo que te arrastra con el fin de arroparte y llevarte hasta el fondo de su profundidad. 

¿Por qué? 
Eso es lo que muchos jóvenes venezolanos nos preguntamos. 


Anteriormente a nuestra edad, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23... hasta aproximadamente los 30, nuestra preocupación era estudiar, conseguir un buen trabajo y darte tus "lujitos", muchas veces era simultáneo, mientras estudiabas trabajabas y con eso podías ayudar a veces en casa y el resto era para ti, salir el fin de semana, ir a comer algo que te gustara, comprarte ropa de marca, salir con el novio/a, viajar y comerte al mundo, e incluso para los mas ambiciosos su plan era ahorrar un par de años con mucho esfuerzo y lograr comprar su primer carro o su primera casita con el fin de irse independizando... pero eso... eso ya no es así. 

En años anteriores las familias podían irse de vacaciones, y los niños regresaban en septiembre al colegio llenos de alegría y felicidad compartiendo historias maravillosas, estrenando el uniforme nuevo de pies a cabeza, con su lista de útiles escolares completa y ni hablar de morral, lonchera nueva y su buena merienda, ¿Quien diría que un día todo eso sería un lujo? Para el que no lo crea entonces vea el siguiente vídeo, mi querida Venezuela en el año de 1980. Así pasaba las vacaciones un venezolano promedio de esa epoca.


Mi maravillosa Venezuela, que triste es decir que ya no es así. 

Hoy en día, los jóvenes se encuentran de frente con un futuro incierto, sobre todo durante las edades antes mencionadas, que son en realidad cuando muchos comienzan a preocuparse y plantar los pies sobre la tierra, nos encontramos que ya no hay aquel anhelo por entrar a la universidad, por estudiar, trabajar, ahorrar, ¿y saben por qué?... Porque ya no se puede. Estudiar se nos volvió un lujo, incluso para aquellos que se encuentran o piensan ingresar en colegios y universidades públicas.

Si estudias no produces porque si consigues trabajo no tiene flexibilidad de horario y si tienes la suerte de encontrar uno que se adapte a tu horario entonces quedará lejos y la paga será mala, así de simple ¿y como se hace con la familia? Porque ahora la preocupación no es ayudar de vez en cuando, ahora se trata de cobrar y dejar el dinero en la casa, ¿Y eso por qué? Eso es debido a que el dinero no alcanza ni siquiera para sustentar lo más importante, la alimentación.

¿Y que pasa con los niños que antes iban de vacaciones con la familia durante los meses de agosto y septiembre? Ya no lo hacen. Quizás habrá algunos privilegiados que logren ir a la playa si les queda cerca pero... la mayoría regresa a sus horarios de clase triste, pálido, cansado y cuando hablan con sus compañeros ya no hay nada que contar, no hay muchos uniformes nuevos, la mayoría están llenos de remiendas o son de segunda mano, no habrá lista de útiles porque muchos padres no tuvieron con que comprarlos y las loncheras, si es que tienen, están vacías, porque en su casa no había nada que comer. 



Esa es la realidad que estamos viviendo recientemente los venezolanos, esa y muchas otras más, no vengo a hablar de política ni nada que se le parezca, hablo de realidad, de tristeza y de este día a día que nos rompe el corazón. 

Como dice esta entrada: Somos Jóvenes. 

Pero la culmino el día de hoy de la siguiente manera: Somos jóvenes a quienes nos han robado la juventud y Niños a quienes les han robado su niñez.


Que tengan una buena tarde y muchas gracias por leerme, espero que Dios esté con ustedes así como le pido que me acompañe a mi y a mi familia mañana y siempre para continuar nadando contra esta corriente.